La huella de carbono es la cantidad de emisiones, de gases de efecto invernadero, que produce el ser humano al fabricar un producto o realizar sus actividades diarias, es la huella que deja nuestro paso en el planeta. Se expresa en toneladas de CO2 emitidas.
Así, cada uno de nosotros deja una huella de carbono en el planeta según el consumo y tipo de actividades que realicemos cada día: nuestra alimentación, cómo realizamos las compras diarias, qué consumo energético hacemos, qué medio de transporte utilizamos, etc.
Huella de carbono y cambio climático
Podemos entonces hablar de Calentamiento Global, por el proceso en el que los GEI (gases de efecto invernadero, principalmente CO2), mayoritariamente procedentes de la quema de combustibles fósiles, se acumulan en la atmósfera y retienen parte del calor que emite la Tierra. Así pues, resulta importante conocer qué es exactamente la huella de carbono, y reducir la huella del ser humano al máximo, empezando por cada uno de nosotros en nuestra vida y hábitos diarios.
¿Cómo saber cuál es nuestra huella de carbono?
Para conocer qué huella de carbono deja un producto se analizan todas las actividades de su ciclo de vida: conseguir las materias primas, fabricación, transporte, uso, y su gestión ya como residuo. Para saber cuál es exactamente la huella de carbono que cada uno dejamos al planeta, las “calculadoras” de huella de carbono se encargan de valorar nuestros hábitos en cuanto a consumo de energía: en el hogar (electrodomésticos, etc.), en el transporte (cuánto consume el coche, cuántos km realizamos, etc.) y en los hábitos de consumo o residuos (si consumimos alimentos ecológicos o de producción cercana, envasados, si reciclamos, etc.).